Definición: Afabilidad, benevolencia, piedad,
apacibilidad, suavidad.
1. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento Jesús se
distingue por Su benignidad.
- Isaías
40:11 Como
pastor apacentará Su rebaño; en Su brazo llevará los corderos, y en Su
seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.
- Isaías
42:3 No
quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de
la verdad traerá justicia.
- Isaías
53:7 [Jesús
dio la vida por nosotros, cual cordero que se ofrece en sacrificio:]
Angustiado Él, y afligido, no abrió Su boca; como cordero fue llevado al
matadero; y como oveja delante de Sus trasquiladores, enmudeció, y no
abrió Su boca.
- Mateo
11:29 Llevad
Mi yugo sobre vosotros, y aprended de Mí, que soy manso y humilde de
corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.
- Lucas
13:34b ¡Cuántas
veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de
sus alas, y no quisiste!
- Romanos
2:4 ¿O
menosprecias las riquezas de Su benignidad, paciencia y longanimidad,
ignorando que Su benignidad te guía al arrepentimiento?
- 2 Corintios
10:1a Yo
Pablo os ruego por la mansedumbre y ternura de Cristo […].
- Santiago
5:11b El
Señor es muy misericordioso y compasivo.
2. La benignidad es fruto del Espíritu Santo.
- Gálatas 5:22,23 El fruto del
Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no
hay ley.
- Santiago
3:17,18 La
sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica,
amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin
incertidumbre ni hipocresía. 18 Y el fruto de
justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
3. Al contrario de lo que sostienen los conceptos mundanos de la
actualidad, la benignidad es indicio de fortaleza y no de debilidad.
- Salmo
18:35b Tu
benignidad me ha engrandecido. [V. también
- 2 Samuel 22:36.]
- Proverbios
16:32 Mejor
es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su
espíritu que el que toma una ciudad.
- Eclesiastés
7:8b Mejor
es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.
- Isaías 30:15b En
descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra
fortaleza.
- Zacarías
4:6b No
con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho el Señor de
los ejércitos.
- Filemón
1:8,9a Aunque
tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, 9a más
bien te ruego por amor.
- Santiago
1:19,20 Mis
amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo
para airarse; 20 porque la ira del hombre no obra la
justicia de Dios.
4. Todo cristiano que se precie debe tener una actitud afable y
benevolente.
- Romanos
12:10 Amaos
los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos
los unos a los otros.
- Filipenses
4:5a Vuestra
gentileza sea conocida de todos los hombres.
- 2 Timoteo
2:24,25 El
siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto
para enseñar, sufrido; 25 que con mansedumbre corrija
a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para
conocer la verdad.
- Colosenses
3:12 Vestíos,
pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia,
de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia.
- Tito 3:2,3 [La benignidad
constituye una muestra de que nuestra vida se ha transformado gracias al
poder de Dios.] Que no hablen mal de nadie, que no sean pendencieros, sino
amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres. 3 Nosotros
también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos
de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia,
aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.
- 1 Tesalonicenses
2:7-8 [El
apóstol Pablo dio un buen ejemplo de pastor benevolente.] Fuimos tiernos
entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios
hijos. 8 Tan grande es nuestro afecto por vosotros
que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino
también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy
queridos.
- 1 Pedro
3:8-9 Finalmente,
sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente,
misericordiosos, amigables; 9 no devolviendo mal por
mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo,
sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.
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