1. Compararnos con los demás de manera
desfavorable es motivo de descontento, desaliento y envidia.
- 1 Samuel 18:8-9 Se
enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David
dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. 9 Y
desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.
- Romanos 9:20-21 [Compararnos
negativamente puede generarnos complejo de inferioridad y hacer que
nos quejemos:] Oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques
con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho
así? 21 ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el
barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para
deshonra?
- Hechos 7:9 [Los
hermanos de José lo envidiaban a tal grado que llegaron al extremo de
conspirar para matarlo. Sin embargo, Dios bendijo y protegió a José e hizo
que sus hermanos se presentaran delante de él y le rogaran.] Los
patriarcas, movidos por envidia, vendieron a José para Egipto; pero Dios
estaba con él. [En los capítulos 37-50 de Génesis se relata todo lo que
pasó.]
- 2 Corintios 10:12 Porque
no nos atrevemos a contarnos [catalogarnos a nosotros mismos] ni a
compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; pero ellos, midiéndose
a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son
juiciosos.
- [V. también Celos y envidia, apartados 1-5, página
61.]
2. Compararnos favorablemente puede
derivar en una actitud de orgullo y fariseísmo. (Aunque puede también ser
alentador si se hace con el humilde propósito de dar gracias por lo que se
tiene.)
- Lucas 18:9-14 A unos
que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo
también esta parábola: 10 Dos hombres subieron al
templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. 11 El
fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy
gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos,
adúlteros, ni aun como este publicano; 12ayuno dos veces a
la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13 Mas el
publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino
que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14 Os
digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque
cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será
enaltecido.
- Romanos 12:3 Digo,
pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros,
que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que
piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a
cada uno.
- Romanos 14:13 [Considerarnos
superiores puede llevar a los demás a considerarse inferiores.] Ya no nos
juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner
tropiezo u ocasión de caer al hermano.
- 1 Corintios 4:7 [Las
comparaciones fomentan una actitud de competencia y de orgullo.] ¿Quién te
distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido [de parte de Dios]? Y si lo
recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?
- 1 Corintios 13:4 El amor
es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece.
3. En muchos casos, las comparaciones
son recíprocas, como en el caso de Raquel y Lea, esposas de Jacob. Las dos se
envidiaban mutuamente.
- Génesis 29:17 [En el
aspecto físico, Lea no era muy favorecida en comparación con Raquel:] Los
ojos de Lea eran delicados [tímidos o débiles], pero Raquel era de lindo
semblante y de hermoso parecer.
- Génesis 30:1 Viendo
Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a
Jacob: Dame hijos, o si no, me muero.
- Génesis 30:15a [Lea
también tuvo envidia del amor que Jacob profesaba a Raquel:] [Lea]
respondió [a Raquel]: ¿Es poco que hayas tomado mi marido?
4. Establecer comparaciones denota una
actitud terrenal e inmadurez espiritual.
- Romanos 8:5 Los que
son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del
Espíritu, en las cosas del Espíritu.
- 1 Corintios 3:1-8 Yo,
hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como
a niños en Cristo. […]
- 3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre
vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como
hombres? 4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy
de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? 5 ¿Qué,
pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis
creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 6 Yo
planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7 Así
que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el
crecimiento. 8 Y el que planta y el que riega son una
misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.
- 1 Corintios 4:5-6 [Dejemos
que sea el Señor quien juzgue. Él ve lo más recóndito del corazón.] Así
que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual
aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones
de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios. 6 Pero
esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor
de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está
escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros.
[V. también 2 Corintios 5:12.]
- Gálatas 6:12a Todos
[…] quieren agradar en la carne. [V. también
- 1 Pedro 4:2.]
5. En varias oportunidades, los
discípulos de Jesús cayeron en el error de establecer comparaciones entre sí.
- Mateo 18:1-4 Los
discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el Reino de
los Cielos? 2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en
medio de ellos, 3 y dijo: De cierto os digo, que si
no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los
Cielos. 4 Así que, cualquiera que se humille como
este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos.
- Mateo 20:20,21,24-28 [En una
situación parecida, Jesús hizo ver a Sus discípulos que la envidia era
producto de un razonamiento mundano y una escala de
valores carnales:] Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo
con sus hijos, postrándose ante Él y pidiéndole algo. 21 Él
le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en Tu Reino se sienten
estos dos hijos míos, el uno a Tu derecha, y el otro a Tu izquierda. 24 Cuando
los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos. 25 Entonces
Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se
enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas
potestad. 26 Mas entre vosotros no será así, sino que
el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 27 y
el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; 28 como
el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar
Su vida en rescate por muchos.
- Lucas 9:46-48 Entraron
en discusión sobre quién de ellos sería el mayor. 47 Y
Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, […] 48 les
dijo: […] el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más
grande.
- Juan 21:20-22 Volviéndose
Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que
en la cena se había recostado al lado de Él […] 21 Cuando
Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? 22 Jesús
le dijo: Si quiero que él quede hasta que Yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú.
6. La tendencia a envidiar es propia de
la naturaleza humana. Sin embargo, el Señor puede ayudarnos a superarla.
- [V. Celos y envidia, apartado 3, página 62.]
7. El mejor antídoto contra la envidia
es estar agradecidos por lo que somos y por
todo lo que tenemos, y confiar en el amor y la
imparcialidad del Señor.
- Romanos 7:25 Gracias
doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente
sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
- 1 Corintios 12:4-7,11,12,14-18 [Recordemos que todos tenemos una misión singular en la vida, que
todos somos iguales en importancia y miembros necesarios del cuerpo de
Cristo, es decir, Su Iglesia.] Hay diversidad de dones, pero el Espíritu
es el mismo. 5 Y hay diversidad de ministerios, pero
el Señor es el mismo. 6 Y hay diversidad de
operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el
mismo. 7 Pero a cada uno le es dada la manifestación
del Espíritu para provecho. 11 Pero todas estas cosas
las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular
como Él quiere. 12 Porque así como el cuerpo es uno,
y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo
muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 14 Además,
el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15 Si
dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del
cuerpo? 16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo,
no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 17 Si
todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído,
¿dónde estaría el olfato? 18 Mas ahora Dios ha
colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como Él quiso.
- 1 Corintios 15:9-10 [Pese a
nuestras deficiencias, agradezcamos la manera en que Dios nos hizo. El
apóstol Pablo nos dio un buen ejemplo de ello.] Yo soy el más pequeño de
los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a
la iglesia de Dios. 10 Pero por la gracia de Dios soy
lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he
trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
- Filipenses 4:11-12 No lo
digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que
sea mi situación. 12 Sé vivir humildemente, y sé
tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar
saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para
padecer necesidad.
- 1 Timoteo 1:12 Doy
gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo
por fiel, poniéndome en el ministerio.
- 1 Timoteo 6:6 Gran
ganancia es la piedad acompañada de contentamiento. [V. también el
versículo 8.]
- Hebreos 13:5 Sean
vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora;
porque Él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.
- Apocalipsis 5:9-10 [Tenemos
mucho que agradecer.] Cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de
tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu
sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y
nación; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y
sacerdotes, y reinaremos sobre la Tierra.
8. Lo que de verdad importa es
complacer a Jesús.
- Juan 5:44 ¿Cómo
podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no
buscáis la gloria que viene del Dios único?
- Romanos 14:12 Cada
uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
- 1 Corintios 4:5 No
juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará
también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los
corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.
- 2 Corintios 10:17-18 El que
se gloría, gloríese en el Señor; 18 porque no es
aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.
- Gálatas 6:4 Cada
uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse
sólo respecto de sí mismo, y no en otro.
9. Si queremos ser como alguien, seamos
como Jesús.
- Isaías 53:2b-4,6b,7-10 No hay
parecer en Él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le
deseemos. 3 Despreciado y desechado entre los
hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que
escondimos de Él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. 4 Él
herido fue por nuestras rebeliones, y sufrió nuestros dolores; y nosotros
le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 6 Todos
nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino;
mas el Señor cargó en Él el pecado de todos nosotros. 7 Angustiado
Él, y afligido, no abrió Su boca; como cordero fue llevado al matadero; y
como oveja delante de Sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió Su
boca. 8 Por cárcel y por juicio fue quitado; y Su
generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los
vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. 9 Y
se dispuso con los impíos Su sepultura, mas con los ricos fue en Su
muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en Su boca. 10 Con
todo eso, el Señor quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando
haya puesto Su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por
largos días, y la voluntad del Señor será en Su mano prosperada. [V. todo
el capítulo 53 del libro de Isaías.]
- Hebreos 4:15 No
tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza,
pero sin pecado.
- Hebreos 12:2-4 Puestos
los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo
puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó
a la diestra del trono de Dios. 3Considerad a aquel que
sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro
ánimo no se canse hasta desmayar. 4 Porque aún no
habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado. [V.
también Hebreos 3:1.]
- 1 Pedro 2:21,23 Pues
para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros,
dejándonos ejemplo, para que sigáis Sus pisadas; 23 quien
cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no
amenazaba, sino encomendaba la causa al [Dios] que juzga justamente.
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Me gusta el mensaje, es interesante ya que muchas veces, como de costumbre, solemos comparar no solo nuestra persona con otra, sino situaciones, objetos,entre otras cosas, y sin darnos cuenta del error, mas tarde tenemos la cosecha ignorando de dónde vino y por qué, hasta entender que la comparación por no ser de agrado abre puertas al enemigo, y sólo allí nos damos cuenta el porque de muchas cosechas. Interesante!
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